China ha presentado una innovadora herramienta de inteligencia artificial capaz de distinguir entre cabezas nucleares reales y señuelos, un desarrollo que podría transformar las reglas del desarme global. Según The Economic Times, es el primer sistema de verificación nuclear en el mundo impulsado por IA, creado por el Instituto de Energía Atómica de China (CIAE), una entidad clave en el programa nuclear del país.
La tecnología se basa en un complejo sistema de aprendizaje automático que analiza millones de simulaciones con materiales nucleares reales y falsos. Gracias a una red neuronal que interpreta el flujo de neutrones, la IA puede evaluar si un objeto tiene capacidad de provocar una reacción en cadena sin acceder directamente a su diseño, gracias a un sistema de barreras físicas que protege la información confidencial.
Aunque la precisión del sistema es muy alta, los investigadores reconocen que aún quedan desafíos: la resistencia interna de las autoridades militares a compartir datos sensibles y la desconfianza internacional, especialmente de Estados Unidos, hacia este tipo de soluciones tecnológicas.
Este avance llega en un contexto de estancamiento en las negociaciones entre China y EE. UU. sobre control de armas. Mientras Washington tiene más de 3,700 ojivas nucleares, China afirma contar con alrededor de 600 y ha sido crítica con los sistemas de verificación tradicionales heredados de la Guerra Fría.
A pesar de promover esta tecnología como un medio para mejorar el control de armas, China mantiene una postura ambigua sobre el uso de la IA en decisiones militares. En la cumbre REAIM 2024, celebrada en Seúl, se negó a firmar un acuerdo internacional que busca mantener el control humano exclusivo sobre armas nucleares, en contraste con países como EE. UU. y Reino Unido.
El desarrollo chino podría convertirse en una herramienta útil para reactivar tratados internacionales, aunque también podría ser vista como una pieza estratégica más en la competencia global por el liderazgo tecnológico y militar.