Microsoft anunció una nueva ronda de despidos que afectará al 3 % de su plantilla global, lo que equivale a más de 6,000 empleados en distintas divisiones como Windows, Xbox, Bethesda y Activision Blizzard. La empresa contaba con unos 228,000 empleados a nivel mundial hasta junio de 2024.
La compañía señaló que esta decisión forma parte de una reestructuración organizativa para adaptarse mejor a un mercado cada vez más competitivo.
"Seguimos aplicando los cambios necesarios para posicionar mejor a la empresa en un entorno dinámico", declaró un portavoz a CNBC.
Los despidos llegan pese a los buenos resultados financieros reportados recientemente: Microsoft obtuvo 25,800 millones de dólares en ingresos netos, y su división de videojuegos creció un 5 %, gracias en parte al aumento en ventas de videojuegos y servicios como Game Pass. No obstante, los ingresos por consolas Xbox y sus accesorios bajaron un 6 %.
Una larga cadena de recortes
Esta no es la primera ola de despidos en Microsoft. En enero de 2023, la empresa recortó 10,000 puestos; un año después, tras la compra de Activision Blizzard, eliminó otros 1,900 empleos. En mayo de 2024, cerró estudios como Tango Gameworks y Arkane Austin, y en septiembre del mismo año despidió a 650 trabajadores más.
En lo que va de 2025, la industria del videojuego ha despedido a unos 2,200 empleados, que se suman a los 14,600 de 2024, los 10,500 de 2023 y los 8,500 de 2022, según el sitio Game Industry Layoffs.
La situación refleja una tendencia preocupante en el sector tecnológico y del entretenimiento digital, que sigue ajustando sus estructuras pese a obtener ganancias millonarias.