La integración de inteligencia artificial (IA) en el Facility Management está redefiniendo la manera en que se gestionan los edificios, haciéndolos más inteligentes, seguros, sostenibles y eficientes. Esta disciplina, que coordina todos los servicios de un inmueble para mejorar la experiencia de sus usuarios, se apoya cada vez más en tecnologías avanzadas como sensores, software predictivo y algoritmos de IA.
Un ejemplo destacado es un sistema desarrollado por la Universidad de Granada que detecta en tiempo real si una persona saca un arma en espacios públicos, utilizando cámaras de video y alarmas automatizadas, sin supervisión humana constante. También existen soluciones más cotidianas, como sensores en comedores corporativos que calculan la demanda de comida en función del número de bandejas usadas.
En el ámbito hotelero, cadenas como Wynn han implementado asistentes de voz con IA para que los huéspedes controlen la iluminación, temperatura o dispositivos electrónicos sin tocar un solo botón.
Uno de los casos más avanzados es el edificio de Deloitte en Ámsterdam, considerado el más inteligente del mundo. Cuenta con 28,000 sensores, energía solar, un sistema de recuperación de agua subterránea y funciones automatizadas que van desde la limpieza de baños hasta la regulación personalizada del clima en cada estación de trabajo. Su eficiencia le valió una calificación de sostenibilidad récord del 98.36% por parte del World Economic Forum.
La tecnología aplicada al Facility Management demuestra cómo la digitalización puede mejorar el confort, reducir el consumo energético y reforzar la seguridad, consolidándose como un motor de innovación en el diseño y mantenimiento de espacios corporativos y públicos.