Google ha anunciado que permitirá el uso de su chatbot de inteligencia artificial, Gemini, a niños menores de 13 años mediante su sistema de control parental Family Link. Esta medida, que busca facilitar el uso educativo y creativo de la herramienta, ha generado polémica entre expertos y organizaciones por los posibles efectos negativos que la inteligencia artificial podría tener en el desarrollo emocional y mental de los menores.
La compañía informó a los tutores por correo electrónico que sus hijos podrán usar Gemini para resolver dudas, hacer tareas o crear historias. Sin embargo, Google advierte que es importante recordar a los niños que “Gemini no es humano” y que no deben compartir información personal. Los padres recibirán una notificación la primera vez que sus hijos accedan a la herramienta y podrán configurar o desactivar su uso.
A pesar de que Google asegura no utilizar los datos de los menores para entrenar sus modelos y afirma haber implementado medidas de protección, reconoce que los niños podrían llegar a ver contenido no deseado. Esto ha encendido las alarmas en la comunidad científica, ya que estudios recientes advierten sobre los riesgos de exponer a menores a sistemas que imitan el comportamiento humano.
Un informe de Unicef y una investigación de la Universidad de Oxford señalan que la IA generativa, como Gemini, puede producir contenido engañoso, generar recomendaciones dañinas o aumentar problemas como ansiedad, depresión y trastornos alimenticios. Según los expertos, los sistemas que simulan conversaciones humanas representan un riesgo mayor incluso que las redes sociales.
La inclusión de menores en el uso de estas tecnologías plantea la necesidad urgente de crear marcos de gobernanza más sólidos, mayor transparencia por parte de las empresas y una protección efectiva de los derechos de la infancia. Mientras tanto, el debate sobre el papel de la IA en la vida de los niños continúa creciendo.