No lo decimos nosotros, aunque todos coinciden en ello salvo los lambiscones de costumbre que no ven más allá de sus narices. Es el propio vicepresidente del Senado de la República y destacado panista Ricardo García Cervantes, quien contundente afirmó que el Partido Acción Nacional está entrampado, presionado y hasta hecho bolas, como consecuencia de la pelea por la candidatura presidencial y el manejo que la cúpula panista ha dado al proceso interno.

Según el legislador federal, el partido blanquiazul no sólo ha perdido la seriedad sino hasta la forma de hablar, porque ya no es capaz de convencer ni a sus militantes. Sólo le faltó decir que la disputa existente es entre el presidente nacional formal Gustavo Madero Muñoz y el líder efectivo, el presidente de la república Felipe Calderón Hinojosa.

¿Cómo no van estar así las cosas al interior del blanquiazul, cuando el propio dirigente nacional, al tiempo que todos pensaban que lo de las alianzas antinatura era tema superado, insiste en las mismas?

Gustavo Madero Muñoz recurrió a los espíritus para afirmar sin rubor alguno que el PAN, otra vez está abierto a formar alianzas rumbo al relevo presidencial de 2012, aunque luego rectificó que no aceptarían como abanderado de una coalición al jefe del Gobierno del Distrito Federal Marcelo Ebrard Casaubón ni a Andrés Manuel López Obrador.

Si no hace alianza el blanquiazul con los partidos de izquierda, convencidos ahora éstos de que sólo fueron usados, con quién más pueden emprender una cohabitación antinatura. Con nadie, en ese sentido ya no hay partidos emergentes, también ya riñeron con la maestra Elba Esther Gordillo, quien con su Partido Nueva Alianza (Panal), lograron la presidencia de la república.

No nos equivocamos, Madero Muñoz se lanzó contra el Partido Revolucionario Institucional, al afirmar que el método que seguirá su partido para elegir candidato, “a diferencia del PRI, que está acostumbrado al dedazo, es que cada uno de los que quieran participar presenten sus propuestas”, al acotar que en dos semanas, “ya deberíamos tener un procedimiento para ir generando esta dinámica y llegar con ella a noviembre, cuando serán los procesos”.

De 10 precandidatos ahora subsisten 6, ayer apenas se desmarcó el secretario del Trabajo Javier Lozano Alarcón, pero se subió al ataque el ex presidente blanquiazul Manuel Espino Barrientos. La invitación o alternativa es que entre ellos se acuerde y pacten, para quedar máximo tres. Nosotros vislumbramos hasta el final a Ernesto Cordero, a Josefina Vázquez Mota, Santiago Creel y a Manuel Espino; a menos que la oferta desde la presidencia de México o del posible sucesor, sea muy rentable para alguno de ellos.

En Morelos, el presidente panista Germán Castañón Galaviz nos afirma en entrevista, que el sistema de contabilidad de votos utilizado para la renovación de su Consejo Político falló y no arrojó datos verídicos; aunque no hay cambios en quienes pertenecen a este órgano del PAN, los números que especifiquen en que orden fueron favorecidos los integrantes hasta ahora son desconocidos. No había nada que ocultar en esta realidad; sin embargo, fue hasta esta charla que se conoció la verdad.

A estas alturas, cuando la renovación de las decisiones del PAN están próximas, ante las facultades de las cuales goza su Consejo Político, la sociedad morelense merece conocer esa preferencia interna; tal vez no sea definitoria en candidaturas pero si nos permitiría saber los nombres de los añejos y los nuevos, a fin de cuentas es una valoración del trabajo desarrollado por cada uno de ellos y de su influencia interna.

Tiene razón Ricardo García Cervantes, sin embargo por el bien de México, al tratarse de un instituto político con posibilidades de continuar en el gobierno, debe dejar de estar entrampado, presionado y hecho bolas.

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