Javier “Chicharito” Hernández volvió a estar en el centro de la polémica tras publicar el 2 de agosto un video en redes sociales junto a la psicóloga María Gómez, conocida por su enfoque de “coaching desparasitante”.
En la grabación, el futbolista asegura que tiene “muchas cosas que pudiera decir”, pero evita hablar por respeto a sus hijos y a la madre de ellos, la modelo Sarah Kohan.
A pesar de esa postura, el video retoma temas delicados que ya habían provocado reacciones negativas hacia Hernández, incluyendo críticas de la opinión pública, sanciones de la Federación Mexicana de Futbol y distanciamiento de su actual equipo, Chivas.
Durante la charla, el delantero reafirma sus ideas sobre la masculinidad, la energía femenina y los roles tradicionales en el hogar, lo que ha sido interpretado como una visión conservadora y sexista por numerosos usuarios.
En la conversación, María Gómez expresó que no se sintió ofendida por los comentarios pasados del jugador, aunque reconoció que años atrás sí lo habría estado. Defendió también la importancia de tareas domésticas como parte del desarrollo personal, compartiendo su experiencia al emigrar a Estados Unidos.
Chicharito, por su parte, se defendió de las acusaciones de misoginia. Aseguró que sus videos buscan generar conversación sobre temas profundos, sin intención de dividir o insultar.
Además, aprovechó para desmentir rumores sobre su separación con Kohan, aclarando que cumple con sus responsabilidades como padre y mantiene contacto constante con sus hijos.
Estas nuevas declaraciones se suman a las que hizo el 21 de julio, cuando generó fuertes críticas al afirmar que las mujeres “están fracasando”, “erradicando la masculinidad” y que su “energía femenina” consiste en “cuidar, limpiar y sostener el hogar”. Aunque asegura que su intención es mostrar su lado vulnerable y real, muchos consideran que su discurso refuerza estereotipos dañinos.
La controversia ha reabierto el debate sobre el rol de figuras públicas en la conversación social y el impacto de sus mensajes, especialmente cuando se trata de temas sensibles como el género, la familia y la equidad.