Tras seis semanas de intensas audiencias, la Fiscalía estadounidense se prepara para cerrar este miércoles la etapa de interrogatorios en el juicio contra el rapero Sean “Diddy” Combs, quien enfrenta graves cargos por tráfico sexual, extorsión y trata de personas en una corte de Nueva York.
La fiscal Maurene Comey anunció que la presentación de los últimos testigos podría terminar esta semana, aunque advirtió que podría extenderse hasta el viernes debido al feriado del jueves en EE.UU.
Por su parte, el equipo legal de Combs, liderado por el abogado Marc Agnifilo, calcula que la defensa tardará entre dos y cinco días en presentar sus propios testigos, entre los que se espera a Vashta Dunlap, jefe de recursos humanos en una de las empresas del artista.
De mantenerse ese ritmo, el juez Arun Subramanian señaló que el jurado podría recibir las instrucciones necesarias para comenzar a deliberar tan pronto como la próxima semana.
El juicio ha generado una enorme atención mediática no solo por la fama del acusado, sino por la crudeza de los testimonios. Las principales acusaciones contra Diddy lo señalan como el líder de una red criminal dedicada al abuso sexual y la explotación de mujeres.
Entre las testigos clave están su expareja Cassie Ventura y otra mujer que declaró bajo el seudónimo de Jane. Ambas relataron episodios de violencia física, agresiones sexuales y la organización de “maratones sexuales” en los que Combs presuntamente actuaba como espectador, supervisando todo.
Además de las víctimas directas, también testificaron excolaboradores del rapero. Capricorn Clark y otra exempleada, identificada como Mia, denunciaron haber sido atacadas repetidamente por Diddy.
Incluso el rapero Kid Cudi participó en el juicio, al afirmar que sospecha que Combs estuvo detrás de la explosión de su coche en 2012, después de haber tenido una relación con Cassie.
Otro testimonio relevante fue el de Eddy García, guardia de seguridad de un hotel en Los Ángeles, quien aseguró haber recibido 100 mil dólares por parte del artista a cambio de ocultar un video donde se ve a Diddy agrediendo violentamente a Cassie en uno de los pasillos del lugar.
A pesar del intento de encubrimiento, el video se filtró y se volvió viral, sumando presión pública al caso.
Este proceso judicial podría marcar un antes y un después en la carrera de Combs, quien hasta ahora había eludido consecuencias legales de esta magnitud. La sociedad y la industria del entretenimiento observan de cerca un juicio que no solo busca justicia para las víctimas, sino también evidencia las dinámicas de poder y abuso dentro del mundo del espectáculo.