La NASA informó que la actividad del Sol ha crecido mucho más de lo previsto, provocando un incremento en tormentas solares, erupciones y fenómenos del clima espacial.
Históricamente, el Sol sigue un ciclo de 11 años, y su intensidad había disminuido de manera constante entre la década de 1980 y 2008. Se esperaba que esta tendencia continuara, con un periodo de baja actividad en el último ciclo.
Sin embargo, un estudio reciente de la agencia espacial estadounidense muestra que desde 2008 el Sol ha incrementado su actividad.
"Todo apuntaba a que el sol entraría en una fase prolongada de baja actividad. Por eso fue una sorpresa ver que esa tendencia se revirtiera. El sol está despertando lentamente", declaró Jamie Jasinski, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California, quien dirigió el estudio.
Este aumento solar tiene implicaciones importantes en la Tierra. Las eyecciones de masa coronal y las erupciones solares pueden causar interrupciones en radio, satélites, sistemas GPS e incluso la red eléctrica.
Además, las partículas cargadas del Sol alteran la atmósfera y el campo magnético terrestre, generando auroras boreales y australes más intensas.
Los astrónomos han monitoreado la actividad solar desde el siglo XVII. Uno de los periodos más largos de baja actividad ocurrió entre 1790 y 1830, conocido por su prolongado “apagón” solar, cuyo origen aún no se comprende completamente.
Para profundizar en el estudio del clima espacial, la NASA lanzará la próxima semana dos misiones: el Observatorio Geocorona Carruthers y la Sonda de Mapeo y Aceleración Interestelar.
Los datos obtenidos ayudarán a proteger naves y astronautas en futuras misiones, incluida la campaña Artemis, que planea llevar humanos de regreso a la Luna por primera vez en más de 50 años.