Un estudio de la Universidad de Osaka (Japón), publicado en Nature, revela que la carencia de hierro en ratonas preñadas puede afectar la determinación del sexo de sus embriones.
Según la investigación, algunos embriones con cromosomas XY, que normalmente se desarrollan como machos, pueden formar ovarios si las madres tienen bajos niveles de este mineral.
El equipo liderado por Makoto Tachibana descubrió que la falta de hierro en el útero afecta a una enzima llamada KDM3A, necesaria para activar el gen Sry, que controla el desarrollo de los testículos.
Cuando este gen no se activa correctamente, los embriones XY pueden desarrollar características femeninas.
En experimentos, las ratonas preñadas tratadas con un fármaco que reduce el hierro durante el momento clave de la determinación del sexo dieron como resultado cuatro crías XY con dos ovarios y una con un ovario y un testículo, de un total de 72.
Experimentos adicionales con una dieta baja en hierro a largo plazo mostraron efectos solo cuando se combinó con mutaciones que bloqueaban la función de la enzima KDM3A.
Los investigadores destacan que este hallazgo demuestra cómo factores maternos, como la nutrición y el metabolismo del hierro, pueden influir en la biología básica del desarrollo, aunque no se observaron cambios en crías de madres con niveles normales de hierro.