Un equipo de la Universidad de Gante logró recrear digitalmente el rostro de una mujer del Mesolítico cuyos restos fueron encontrados en la cueva Margaux, Bélgica.
El análisis genético indicó que tenía ojos azules y piel más clara en comparación con otros individuos de su época, como el Hombre de Cheddar británico, con quien compartía linaje pero no tono cutáneo.
Isabelle De Groote, líder del proyecto, señaló que el cráneo mostraba “un puente nasal alto y arcos superciliares marcados, rasgos típicamente masculinos que aparecieron en esta mujer de 35-60 años”.
Reconstrucción de rostro de mujer mesolítica hallada en Bélgica.
Foto: Kennis & Kennis Reconstructions
En la cueva se hallaron ocho esqueletos femeninos cubiertos con ocre y fragmentos de piedra, un patrón funerario inusual que sugiere “rituales complejos en estos grupos nómadas”.
Philippe Crombé, coautor del estudio, destacó que el ADN era de “calidad excepcional”, lo que permitió precisar la fisonomía de la mujer. Además, los artefactos encontrados en campamentos cercanos evidenciaron un estilo de vida basado en la caza, pesca y recolección.
La presencia de herramientas líticas y huesos de animales confirmó que estas comunidades “se movían siguiendo recursos estacionales”.
El hallazgo, publicado este martes, cuestiona la idea de una homogeneidad genética entre los cazadores-recolectores occidentales.
“Esta variabilidad física ya existía hace 10 milenios”, afirmó De Groote, quien añadió que su equipo ahora investiga los vínculos entre las mujeres enterradas y su dependencia de recursos acuáticos.