El telescopio espacial James Webb (JWST) ha captado por primera vez directamente un exoplaneta llamado TWA 7b, un avance que ayuda a entender mejor cómo se forman los planetas en sus primeros millones de años.
Este hallazgo, publicado en la revista Nature, fue liderado por la astrónoma Anne-Marie Lagrange del Observatorio de París, en colaboración con la Universidad Grenoble Alpes.
La detección se logró gracias a un coronógrafo francés instalado en el instrumento MIRI del JWST, que bloquea la luz brillante de la estrella para observar con más claridad lo que la rodea, como durante un eclipse.
TWA 7b es un exoplaneta que orbita dentro de un disco de polvo y roca alrededor de su estrella. Es mucho más liviano que otros exoplanetas detectados por imágenes, con una masa similar a la de Saturno, aproximadamente un 30% menor que la de Júpiter.
Este descubrimiento representa un progreso importante para poder obtener imágenes directas de planetas más pequeños y similares a los planetas rocosos de nuestro sistema solar, en lugar de solo gigantes gaseosos. Se espera que el JWST permita en el futuro captar planetas con masas hasta un 10% de la de Júpiter.
Los exoplanetas son mundos que giran alrededor de otras estrellas distintas al Sol, y son esenciales para entender cómo se forman los sistemas planetarios.
Aunque se han descubierto miles con métodos indirectos, verlos directamente es difícil porque su luz es muy débil comparada con la de sus estrellas.
El equipo se enfocó en sistemas jóvenes con discos de escombros vistos desde arriba, donde los planetas recién formados todavía están calientes y brillan en luz infrarroja, la cual el JWST puede detectar muy bien.
Entre los discos estudiados, el sistema TWA 7 llamó la atención por tener tres anillos de polvo. En uno de ellos, el telescopio detectó una fuente luminosa que resultó ser TWA 7b.
Las simulaciones mostraron que la presencia del planeta explicaba la formación del anillo y las zonas vacías a su alrededor.
Este hallazgo demuestra el potencial de los nuevos telescopios con coronógrafos para descubrir y estudiar exoplanetas, y abre la puerta a futuras observaciones más detalladas en sistemas prometedores.