Bajo el Volcán

Con imponente doble interpretación de “Alas”, celebran y aclaman el vuelo de “Sonemos” en Morelos

Una buena clase de música acerca a los niños al mundo de la belleza, formando parte integral de él: Arturo Márquez

“Vengo a reiterar el absoluto y total compromiso por parte del Conaculta para aumentar, año con año, la inversión para que este Sistema Sonemos crezca de manera autogestiva, se fortaleza y dé frutos”. Eduardo García Barrios. SNFM.

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“Cada niño mexicano es un motivo para estar aquí y para construir un sentido comunitario más amplio, más digno y más amoroso”. Arturo Márquez.

El vuelo del Sistema “Sonemos” en el estado de Morelos, fue celebrado y aclamado con la doble interpretación, imponente, que hizo la Orquesta de Selección de las cuatro agrupaciones musicales comunitarias que lo integran, del magistral tema compuesto por Arturo Márquez: “Alas”, dedicado a la joven pakistaní Malala.

La espléndida acústica del escenario del teatro Ocampo de Cuernavaca exaltó las calidades del trabajo instrumental y vocal que formaron un ensamble de magnífica resonancia. 

Vuelo y alas que llevaron al multitudinario público que se dio cita -el pasado domingo 14 de septiembre, para ser testigo del nacimiento artístico-, a una travesía por cinco grandes momentos que ejecutaron, en este orden, la Banda Sinfónica Armonía Tepozteca, la Banda Sinfónica El Zarco, la Orquesta Comunitaria de Cuernavaca, la Orquesta Comunitaria de Tepoztán y la Orquesta de Selección Sonemos.

Durante su intervención, Eduardo García Barrios, coordinador del Sistema Nacional de Fomento Musical (SNFM) del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), señaló que se trataba de un “complejo” movimiento de agrupaciones que comenzaba como un niño pequeño.

Por eso mismo, añadió, hay que cuidarlo, hay que arroparlo, hay que hacer que crezca, que de cuatro pase a cinco, a ocho, a diez,  a 15, a 50 agrupaciones.

“Vengo a reiterar el absoluto y total compromiso por parte del Conaculta para aumentar, año con año, la inversión para que este sistema Sonemos crezca de manera autogestiva, se fortaleza y dé frutos”, afirmó.

Concluyó que todos los involucrados en el programa “lo hacemos por una razón: para estas niñas y niños maravillosos”, dijo, al señalar a los 300 jóvenes músicos que pertenecen a las cuatro agrupaciones musicales morelenses.

En tanto, el coordinador general de “Sonemos”, el maestro Arturo Márquez, al expresar su beneplácito, afirmó que una buena clase de música posibilita en el niño la creatividad, además de que  le hace expresar sus ideas, lo concentra, pero sobre todo, “lo acerca al mundo de la belleza, formando parte integral de él”.

A los adultos, agregó, nos emociona escuchar  a los niños cantar, tocar un instrumento, verlos en el escenario e imaginar el regocijo interior tan grande que siente el niño al tocar en una orquesta, “es una experiencia de vida, transforma para bien y lo vuelve un ser afortunado”, consideró.

Al hacer un rápido recorrido de los esfuerzos internacionales y nacionales que se han tenido en la formación de orquestas sinfónicas juveniles e infantiles, Márquez consideró que “se ha pasado por altas y bajas; las bajas, cuando se utilizan políticamente. Las altas, cuando se levantan como un proyecto social”, apuntó.

Expuso que “cada niño mexicano es un motivo para estar aquí y para construir un sentido comunitario más amplio, más digno y más amoroso”.

Por último, agradeció las donaciones de instrumentos que ha realizado “tanta gente”, entre la que mencionó a la asociación “Amigos de la Música” y a la señora Elena Cepeda de León, presidenta del Sistema DIF estatal.

Dio las gracias también, a Laura Calderón de la Barca, coordinadora académica del Sistema Sonemos, por ser la cabeza “de este gran proyecto”, pero sobretodo, concluyó, “quisiera agradecer a los padres de familia, este es un proyecto que se fundamenta, justamente, en el esfuerzo diario”, dado que los pequeños y jóvenes músicos trabajan con sus instrumentos un promedio de 20 horas a la semana, destacó.

 

*DE CARICATURAS Y UNA OBRA SUBLIME Y GENIAL

 

El inicio del programa estuvo a cargo de los músicos integrantes de la Banda Sinfónica Armonía Tepozteca, quienes presentaron “Relicario”, de José Padilla, “Cuadros de una exposición” de Modest Mussorgsky y por último, la divertida “Sinfonía de las Caricaturas”, de Mack David y Jerry Livingston, tema aplaudido en cuanto los asistentes reconocían los famosos temas de “Los Picapiedra”,  “Los Simpson” o el de “Porky”.

Un pequeño de no más de tres años, que apenas estaba aprendiendo a hablar reconoció, con buen oído, el clásico de Henry Mancini, al preguntarle a su papá: “¿vedá que es la panteda dosa?”.

La Banda Sinfónica El Zarco sorprendió con el desarrollo de la #Primera Suite en Mi Bemol”, del compositor inglés Gustav Holst, tema que demandaba mayor atención y sensibilidad a los espectadores que el de las caricaturas, pero que también fue aplaudido gratamente por la concurrencia.

A la mitad el concierto, el público recibió varias sorpresas: primero, porque el autor de “Concerto Grosso en La Menor”, Guillermo Nápoles Ibarra, es morelense; segundo, porque se trató de una obra sublime y genial; y tercero, porque se informó que fue creada como una muestra de gratitud hacia la vida, ya que el compositor estuvo a punto de morir hace poco.

La Orquesta Comunitaria de Tepoztlán también satisfizo los oídos de los melómanos al ejecutar con soltura dos temas: “Ascendiendo al Tepozteco”, de David Amram, y de Nicolai Rimsky-Korsakov, su célebre “Danza de los Titiriteros”.

Como penúltimo número, se pidió a Eduardo García Barrios, coordinador nacional del SNFM, que dirigiera a la Orquesta de Selección Sonemos, con “Chinelos”, tema tradicional morelense, lo que elevó el entusiasmo de sus escuchas al apreciar las notas y la alegría de la composición que recuerda a la patria chica.

Al final, el director hizo que uno de los niños intérpretes de la trompeta se subiera sobre una silla, para destacar de entre el conjunto, y recibir así los aplausos del público por su ejecución instrumental durante el desarrollo del tema.

 

*SU CASO CONMOVIÓ AL MUNDO

 

El final, estuvo a cargo de una selección de jóvenes de los cuatro conjuntos musicales, que realizó un ensamble instrumental con las voces del Coro de los Niños Cantores de Morelos y del Coro de Niños de Cuernavaca, para interpretar el tema “Alas”.

El estreno mundial de ese tema, compuesto por Arturo Márquez, tuvo lugar a finales de noviembre del año pasado, en el Auditorio Nacional, en la ciudad de México, cuando se dio a conocer de manera oficial el proyecto "Música en armonía".

En el Ocampo se dio una breve semblanza de la joven Malala, quien a los 13 años de edad, alcanzó notoriedad al escribir un blog para la BBC bajo el pseudónimo Gul Makai, explicando su vida bajo el régimen del Tehrik e Taliban Pakistan (TTP) y sus intentos de recuperar el control del valle, luego de que la ocupación militar les obligara a salir a las zonas rurales.

“Los talibanes obligaron el cierre de las escuelas privadas y se prohibió la educación de las niñas entre 2003 y 2009”, se dijo.

“El 9 de octubre de 2012 en Mingora, Malala fue víctima de un atentado por un miliciano del TTP, grupo terrorista vinculado a los Talibanes, el cual, después de abordar el vehículo que servía como autobús escolar, le disparó en repetidas ocasiones con una pistola impactándole en el cráneo y cuello, por lo cual debió ser intervenida quirúrgicamente. 

“El 15 de octubre de 2012 fue trasladada al Hospital Reina Isabel de Birmingham, en Reino Unido, para seguir con su recuperación.

“Aunque tuvo que continuar con la rehabilitación y fue sometida a una cirugía reconstructiva, fue dada de alta del hospital el día 4 de enero de 2013.

“Su caso conmovió al mundo y se ha convertido en una de las jóvenes líderes más importantes de nuestros tiempos”, se explicó.

 

* EN “ALAS”,  TOCAN DE ACUERDO A SUS DISTINTOS NIVELES

Después de esas referencias,  se exhibió un video sobre una pantalla –que también se ocupó para proyectar los tres colores de la bandera nacional durante la participación de las bandas y orquestas, y para la presentación de “Sonemos”- con el que la joven Malala expresó en inglés su gratitud por el tema musical escrito por Arturo Márquez y dedicado a ella.

De manera destacada, también se señaló que Arturo Márquez compuso la música con base en ritmos fundamentales de la cumbia colombiana, sugeridos en “Zapata se queda”, de Lila Downs, Paul Cohen y Celso Duarte.

“Las alas es el movimiento de los brazos cuando se baila cumbia. La orquestación se realiza para una orquesta multinivel, de manera que los niños y jóvenes músicos puedan tocar de acuerdo a sus distintos niveles”, se explicó antes de la intervención de la  Orquesta de Selección Sonemos, dirigidos por Márquez.

En el “encore” y luego de nutridos aplausos hacia Márquez y los músicos, el público aceptó con gusto la repetición de “Alas”.

La última parte de ese tema, de la autoría de Lily Márquez, dice: “Alas fuertes a Malala/ Alas fuertes de esperanza/ Alas fuertes de confianza/ su palabra vuela y llama/ con su canto prende el alma/ sin temor levanta el vuelo/ su mensaje llega al cielo/ así como piensa corre/ canto libre es su anhelo/ sin temor levanta el vuelo/ su mensaje llega al cielo/  así como piensa corre/ aunque el mar sea tan extenso/ canto libre es su anhelo”.

 

*NO CABÍA UN ALFILER

 

En la presentación de “Sonemos. Sistema de Agrupaciones Musicales Comunitarias del estado de Morelos”, en el teatro Ocampo, en verdad no cabía ni un alfiler. La hipérbole como lugar común se desdibujaba ante la realidad, ya que era exacta para describir la enorme convocatoria que tuvo ese acto.

No había espacio. Ni en el escenario, por las centenas de niños músicos de entre 7 y 17 años que tocaron un número con  su agrupación o mezclados al final, ni en ninguno de los niveles del edificio.

La gente había colmado los asientos disponibles y, la parte más alta, se atiborró con personas que permanecieron de pie o en las escaleras durante las casi dos horas de duración del recital.

Aún después del inicio el público siguió llegando y hasta hubo reclamos en la entrada principal.

A los trabajadores del inmueble les increparon que cerraran el recinto porque, argumentaban, dejaron pasar a muchas personas sin boleto y, las que sí los llevaban, estaban en riesgo de perderse el concierto de ese domingo 14 de septiembre.

Por eso, tuvieron que ceder el paso en la puerta de a lado, cuyas escaleras llegan hasta lo más alto del teatro.

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