Los hechos ocurrieron al filo de las 11 horas en la colonia Santa Rosa 30, de Tlaltizapán. El vehículo fue atacado por un comando fuertemente armado y recibió, por lo menos, 200 disparos. Hasta el momento de redactar la presente columna, varias fuentes aseguraban que los atacantes tenían como objetivo ejecutar a Chávez Traconi.
Los custodios que fallecieron se llamaban Jorge Zúñiga y Jorge Galindo. Un tercer guardia, de nombre Feliciano Sánchez, resultó herido y fue trasladado al hospital del IMSS en Cuernavaca, donde se debatía entre la vida y la muerte.
Mario Alberto Chávez Traconi era hermano de Juan Daniel, con los mismos apellidos, quien fue detenido el 8 de agosto de 2004 luego de asaltar una casa de empeño en la colonia Santa María la Rivera, en el Distrito Federal. Sobre su consanguíneo no se tienen mayores datos, pero en cuanto al “Rey del fraude”, éste estuvo procesado y sentenciado por fraude, desde 1995, con internamiento en el Reclusorio Preventivo Norte del DF. Ahí trascendería que la carrera delictiva y especialidad de Chávez Traconi inició a la edad de seis años, cuando falsificó la firma de su madre para engañar a sus maestros de primaria. Con tres licenciaturas en Derecho, Relaciones Internacionales y Ciencias de la Comunicación, el delincuente originario del Puerto de Veracruz, de madre jarocha y padre italiano, alguna vez aseguró haber reunido una fortuna de 50 millones de dólares, producto de su fructífera carrera delictiva.
Antonio Sánchez Galindo, director de Reclusorios y Centros de Readaptación Social en los ochenta, consideró al “Rey del fraude” como el mejor falsificador del mundo (la Interpol lo situaba en el tercer sitio a nivel internacional). Por ejemplo, se fugó en 1997 del penal de Jonacatepec, precisamente falsificando la firma de Magdalena Wong Bermúdez, entonces subsecretaria de Readaptación Social, y de Jesús Alberto Rodríguez Robles, director de la cárcel distrital de Jonacatepec. Tenía la gran habilidad de falsificar firmas al instante, pero también era experto en la elaboración de documentos apócrifos y estuvo aliado a bandas dedicadas a la impresión de dinero falso. De hecho, fue recapturado en 2001 en el DF después de pagar una cuenta de alimentos con billetes falsos. Su evasión en Jonacatepec afectó a Magdalena Wong Bermúdez, quien en 2008 fue impugnada cuando pretendía convertirse en directora del Reclusorio Preventivo Norte. Por su parte, Jesús Javier Rodríguez Robles, quien fue recluido en la misma cárcel que dirigió, salió libre el 28 de noviembre de 2000, mediante un amparo federal. Se le acusó de colusión con el famoso falsificador.
El 25 de marzo de 2008, luego de un movimiento de presión en la cárcel distrital de Jojutla, lugar donde estaba recluido Chávez Traconi, éste se convirtió en vocero y líder de los presos. Su liderazgo surgió después de una golpiza propinada por custodios a varios internos. La mediación del “Rey del fraude” sirvió para establecer acuerdos con Sara Olivia Parra Téllez, entonces subsecretaria de Readaptación Social, mismos que, según expresó Traconi ante representantes de medios informativos, no se habían cumplido. Sus conocimientos sobre el Derecho sirvieron para la elaboración de 34 quejas presentadas ante la Visitaduría Regional de la Comisión de Derechos Humanos del Estado, a la sazón encabezada por Gerardo Vargas Salgado. “De lo que pactamos, no se ha visto por completo todo, pero lo más importante es la remoción de los funcionarios que estuvieron al frente del operativo, el caso de Matilde Vega y ‘Delta 1’, que son los responsables de esta situación”, denunció Chávez Traconi. Advirtió que enteraría de todo a la Presidencia de la República, y de seguir las cosas igual, los reclusos acudirían a instancias internacionales como la Organización de las Naciones Unidas y la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos. A principios de julio de 2009, el “Rey del fraude” protagonizó una huelga de hambre, tal como algún día lo hizo en el Reclusorio Preventivo Norte del DF. El objetivo en Jojutla fue remover al director Alfonso Espino del Castillo Barrón, lo cual finalmente consiguió. Su cargo, interinamente, fue ocupado por Nancy Terán Bahena. ¿Qué hizo para que lo ejecutaran ayer? Eso lo tendrán que dilucidar las autoridades federales y estatales.