Si se piensa en esta amplia definición, uno se da cuenta que de hecho se negocia todo el tiempo, tanto en el trabajo, como en la vida privada”. Hasta aquí la referencia a Cohen.
En resumen: si las relaciones son continuas, la gente llegará a acuerdos mediante la cooperación creativa. Y dentro de este contexto se enmarca el reciente encuentro del gobernador Marco Adame Castillo con Manuel Martínez Garrigós, presidente municipal de Cuernavaca, en aras de cumplir el pacto acordado por ambos el 26 de enero del presente año en el Salón Gobernadores de Palacio de Gobierno. Allá y entonces, durante una conferencia de prensa, resaltaron la trascendencia de cristalizar un importante número de proyectos para generar nueva infraestructura en Cuernavaca y mejorar la existente.
Entre otras obras ponderaron el Viaducto Elevado Plan de Ayala; el paso a desnivel en la glorieta Emiliano Zapata; el paso a desnivel en la glorieta Niño Artillero; el puente vehicular que unirá a Ahuatlán con Tetela del Monte; otro puente vehicular que conectara a la colonia Lagunilla con Altavista; la pavimentación de la calle Arrastradero; el acceso al Recinto Ferial; el Distribuidor Vial Compositores-Ávila Camacho; el Distribuidor Vial Compositores-Subida a Chalma; la pavimentación de las avenidas Morelos, Lomas de Ahuatlán, Heroico Colegio Militar y la Calzada Palmira, así como las calles Otilio Montaño, Libertad y Laurel. Por falta de espacio no mencionaré otros proyectos. Así, nadie dentro del PRI o el PAN puede decirse engañado o desinformado sobre la actual repavimentación en la avenida Morelos y el comienzo del paso a desnivel Emiliano Zapata.
Es obvio inferir que el gobernante y el alcalde no solo ratificaron los acuerdos anteriores, sino que también analizaron la problemática prevaleciente en torno a la construcción del sistema vial de la colonia Buena Vista, obra clausurada hace unos días por Fidel Giménez-Valdés Román, director del Centro de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), bajo argucias jurídicas. Sin embargo, déjeme decirle a usted que el mandatario ya se había anticipado a su reunión con MMG, y desde la semana pasada (tras su regreso de Vietnam) ordenó la intervención de Oscar Sergio Hernández Benítez, secretario de Gobierno, a fin de destrabar el conflicto.
El viernes 26 de noviembre Oscar Sergio se reunió con el director del Centro-SCT y Manuel Martínez Garrigós, dando los primeros pasos hacia la solución del delicado asunto, pero, a juzgar por las apariencias, el funcionario federal va por la libre, según se desprende de un mensaje difundido ayer por él a través de las redes sociales, donde leemos: “Cada quien sus modos y estilos, pero el carácter federal del tramo Emiliano Zapata ya no es un punto a discutir”. O lo que es lo mismo: “Dirán misa en Palacio de Gobierno, el Ayuntamiento y el Congreso local, pero aquí nomás mis chicharrones truenan”. Y Don Fidel no solo va por el lado jurídico, sino además por el técnico, amenazando con sabotear por completo la obra.
Esa actitud (¿será una mascarada?) se deriva del poder que cobija a Fidel Giménez-Valdés Román y la forma en que regresó a Morelos, su entidad natal, después de trabajar varios años para el gobierno federal en el DF. El 26 de mayo de 2010 me referí a la influencia que tiene su hermano gemelo Rafael, de los mismos apellidos, quien es coordinador de Opinión Pública de la Presidencia de la República formando parte, también, del equipo de Patricia Flores, removida como directora de la oficina de la Presidencia en octubre pasado, aunque actualmente es promotora de la candidatura del diputado federal Roberto Gil Zuarth a la presidencia del PAN (al parecer con la bendición presidencial). Empero, en círculos panistas capitalinos se dice que Juan Molinar Horcasitas, titular de la SCT y jefe de Fidel, se la está “jugando” con el senador Gustavo Madero para el liderazgo nacional blanquiazul. En fin. Lo cierto es que el delegado de la SCT-Morelos se proyecta ya como un ente separado de los designios estatales, mientras el gobernador Marco Adame Castillo adquiere compromisos para fomentar la convivencia democrática con todos los actores políticos morelenses. A ver.
¿Recuerdan ustedes cuánto tiempo duró la ampliación de “El Túnel” en el año 2004 durante el periodo del entonces alcalde y hoy senador Adrián Rivera Pérez? Aquella obra sirvió para maldita la cosa, pues el tránsito vehicular sigue siendo insoportable a cualquier hora del día. Ni modo…