Antes del 2000, el presidente de la República y el gobernador en turno, dentro de un sistema electoral antidemocrático, manejaban el entramado del partido en el poder, designaban a la mayoría de candidatos a cargos de elección popular, eran indiferentes ante la opinión pública y jamás se prepararon para competir contra otras fuerzas políticas.
Siete décadas otorgaron enormes beneficios económicos, poder y a veces impunidad a quienes encabezaron los tres principales sectores del PRI: la CTM, la CNC y la CNOP. Pero llegaron los comicios del año 2000 y el viraje en el poder presidencial y gubernamental significó el precarismo que aún enfrentan la CNC y la CNOP, porque han de saber ustedes que la CTM “se cuece aparte”.
Patricia Elton Benhumea, dirigente estatal de la CNOP-Morelos, es una brillante priísta que jamás abandonó el barco tras la debacle del 2000. Su calidad para mantenerse al frente de las huestes cenopistas supera cualquier escrutinio, aunque necesita recursos para proyectarlas hacia mejores condiciones competitivas. Existe una diametral diferencia entre ella y Vinicio Limón Rivera, secretario general de la Federación de Trabajadores de Morelos, o sector obrero priísta. El “líder obrero millonario”, con el carácter de secretario de organización del Sindicato Unico de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (Suterm), atiende al 100 por ciento los negocios de su líder nacional, Víctor Fuentes del Villar, varias veces señalado por mantenerse coaligado con funcionarios corruptos de la CFE para el “respeto” de un porcentaje establecido en el contrato colectivo de trabajo de la organización gremial por cada obra licitada y otorgada al sector privado, pero del cual nunca se informa a los agremiados y que es distribuido, convertido en prebendas, dentro de la élite que el esquirol Vinicio Limón jamás descuida. Otro día abordaré extensamente el tema.
Tocante a la CNC (o lo que queda de ella) propios y extraños saben que la representación del malogrado “sector primario de la economía” está repartida en varias regiones morelenses. Sin embargo, me parece que los principales exponentes del cenecismo son Rosalina Mazari Espín, en la región sur; Félix Rodríguez Sosa, en la oriente; y Amado Orihuela Trejo, candidato a la presidencia estatal del PRI, en el poniente. Rodríguez Sosa y Mazari dieron su respaldo a Orihuela, siendo obvio que este diputado local con licencia saldrá triunfador el próximo 7 de noviembre.
El sector popular del PRI, bajo la promoción de Elton Benhumea, convocó para hoy a un encuentro de su comité con las tres fórmulas registradas en la actual contienda priísta, a saber: el ya mencionado Amado Orihuela Trejo, Jaime Sánchez Vélez y Maricela Sánchez Cortés. Omito mencionar a Julio Espín Navarrete como el candidato que va a la cabeza de la fórmula que comparte con la controversial fémina, pues todo mundo sabe que el ex alcalde de Puente de Ixtla es solamente un títere.
Hasta el momento de redactar la presente columna todo indicaba que el foro se iría al traste. El objetivo de Elton era que cada candidato expusiera su programa de trabajo y ya. Pero Guillermo del Valle, coordinador de la campaña de Maricela Sánchez Cortés, condicionó su asistencia a la realización de un debate, cuyo objetivo hubiera sido atraer los reflectores hacia la ex candidata gubernamental. Desde luego, Orihuela rechazó esa pretensión. Y una vez más se confirmó la calidad belicosa prevaleciente en la Dupla del Oriente.
Todo lo anterior, amables lectores, me llevó hasta la columna del 24 de octubre de 2001. Desde entonces advertimos el cacicazgo de la Dupla al frente del PRI estatal y su estilo personal para hacer “política” a base de gritos, sombrerazos, garrotazos, divisionismo y corrupción. Un día antes compareció ante el Congreso local el procurador José Luis Urióstegui Salgado, quien fue saboteado por grupos acarreados al Salón de Plenos por Maricela Sánchez (a la sazón diputada federal). Las simpatizantes de la fémina no tenían como objetivo atacar al procurador, sino ganar reflectores en el pleito personal de Maricela con el gobernador Sergio Estrada Cajigal. Escribí allá y entonces: “La agresión a Urióstegui fue organizada por el ala extremista del PRI, la que encabeza Marisela Sánchez, a quien NO apoyan todos los priístas. Es la líder en el ‘Bronx” del Partido Revolucionario Institucional”. Y la Dupla busca a toda costa retomar el control del instituto político, pues lo contrario sería la ignominia para ambos.