Indicó que se restó fuerza al Consejo de Atención a Víctimas “quitándole los dientes”, al establecer que sus integrantes serían honorarios y al no dedicar recursos suficientes para apoyar a las víctimas. “No vamos a avalar esa ley mientras que los consejeros que tienen que hacer las políticas públicas y articular el sistema, que es complejo, no sean pagados y no se les dote de suficiente dinero que responda a la tragedia humanitaria que está viviendo el estado”, declaró.
Afirmó que los consejeros deben percibir un salario para que puedan dedicarse de tiempo completo a generar estas políticas públicas y atender debidamente a las víctimas, debido a que el estado puede asumir esta responsabilidad cuando son las autoridades acusadas de la violación de garantías fundamentales contra la población.
Incluso, destacó que el Consejo no debe ser presidido por el gobernador, ni por otra instancia gubernamental, porque “la política pública no la puede hacer el estado, recordemos bien, es una Ley de Atención a Víctimas del Delito y de la Violación a Derechos Humanos, y quien viola los derechos humanos es el estado y son los gobiernos, luego entonces, el Consejo debe ser absolutamente ciudadano y pagado, sino será un fracaso”.
Hizo un llamado al Congreso a reformar la ley en cuestión, con la finalidad de mantener la esencia que generó su existencia y preservarlo como un espacio ciudadano.
Por otra parte, el intelectual consideró acertado el cambio de mando de la Secretaría de Seguridad Pública, ante la falta de resultados por parte de la ahora ex titular, Alicia Vázquez Luna.
Sin embargo, señaló que si bien hay que dar un voto de confianza a Alberto Capella Ibarra, designado como encargado de despacho de la SSP porque no cumple con los requisitos de residencia para ocupar la titular de la secretaría, su debilidad es desconocer la complejidad territorial y social de Morelos. “Es un buen gesto, porque debía haber un cambio, hay que darle un voto de confianza y presionando y vigilando que esto vaya a buen camino; creo que tiene una debilidad, esto no es Tijuana, esto es Morelos; tiene que aprender a conocer la complejidad de este estado que está compuesto de pueblos y de otras lógicas”.
Señaló que “estamos dispuestos a apoyarlo y le dimos ese voto de confianza y les decimos, no importa el modelo, cada localidad tiene sus problemas, que entre a la entraña de la realidad de Morelos para que pueda realmente ser eficiente y efectiva su actividad, que cuente con nuestro apoyo”.