De acuerdo a la promotora del Programa Estatal de VIH/Sida e Infecciones de Transmisión Sexual, Laura Tafolla Figueroa, “las publicaciones sobre la cura de la enfermedad, a través de nuevos métodos, deben de ser primero comprobadas”.
La enfermera especialista en el tema, fue consultada con relación a una presunta cura que se habría descubierto en la Universidad Nacional Autónoma de México, a través de la picadura de la abeja.
A lo cual estableció que “sin duda alguna, desde el inicio de la epidemia ha habido mucha gente que incluso ostenta la cura del Sida, por ello acerquémonos a los Servicios de Salud, acerquémonos a la ciencia, a la evidencia científica que ya hay probada”.
Y añadió que “hoy en día, lo más importante es que una persona que tiene el VIH y es diagnosticada como portadora, necesita un tratamiento retroviral efectivo, supervisado por el médico especialista y sobre todo que tenga mucha adherencia y sólo de esta forma es como hemos podido observar en las personas una disminución de la mortalidad”.
“Esperaríamos los estudios de esta situación, pero es muy importante que la persona no se deje ir sin tener un tratamiento”, agregó.
Dijo que la evolución de la enfermedad, hoy en día ofrece la oportunidad de vivir muchos años y con la incorporación del paciente a su vida productiva.
“Una persona puede vivir muchos años después de ser infectada, creo que la calidad es lo que más importa, que la persona se sienta bien, que pueda ser productiva, porque el Sida le da en etapas productivas de su vida y que pueda reincorporarse a su familia y su sociedad”.
Y comentó que “todas las asociaciones que hemos tenido, han jugado un papel muy importante desde el inicio de la epidemia y hoy en día, la relación que se tiene con ellas es muy buena y a mí me parece que está dando frutos muy importantes como es el trabajo del Plan Estratégico de Prevención Combinada que puede ayudarnos bastante para que de una forma en común lograr atacar la epidemia”.
Destacó como factores importantes para la prevención, el uso del preservativo, pues más del 80 por ciento son por transmisión sexual desprotegida.