El documento, a decir verdad, no ofrece ninguna propuesta propia porque se trata de una simple reproducción de la reforma ya aprobada desde el nivel superior, acaso decide ir sólo con dos reelecciones de diputados locales en lugar de tres, que es el tope en materia.
En concreto, las novedades son básicamente tres: la modalidad de las candidaturas ciudadanas o independientes que para algunos dirigentes de partidos menores, tiene una serie de candados que al final terminan en lo mismo, la casi imposibilidad de que alguien, por la vía del apoyo social, logre ser aceptado como aspirante a un cargo de elección, sin tener que pertenecer a alguna institución formal.
Otra, el asunto de la reelección, que para el caso de los ayuntamientos sólo contempla una vez, o sea, que alguien que llega a ser presidente municipal puede intentar contender por el mismo cargo para el trienio siguiente, pero aquí volvemos a lo mismo, serán los partidos políticos a los que pertenezcan, los que realmente decidan si sus alcaldes pueden o no intentar repetir.
Y la tercera, que se nos antoja positiva, tiene que ver con una sensible disminución en el financiamiento en materia electoral; aquí uno de los ideólogos de la reforma, José Luis Correa Villanueva, explicó que en elecciones concurrentes, es decir, en aquellas en las que esté en juego la gubernatura, pudieran disminuir el presupuesto hasta en unos 40 millones de pesos y un poco menos, en las ordinarias, aquellas intermedias como la que se aproxima en el 2015, por renovación de ediles y legisladores locales y federales.
El propio Correa recordó que durante algunos años Morelos fue privilegiado en lo referente al financiamiento electoral, tenía el costo más caro por voto, se situaba en segundo lugar nacional porque el porcentaje de las prerrogativas se hizo en función de un nivel de salarios mínimos de otra zona, ahora se da una homologación y son precisamente aquellas entidades que recibían más dinero las que presentarán esa reducción, el resto de los estados tienen hasta cierto incremento.
Y a pesar de que la posición de todos los dirigentes de partidos representa una aprobación a la propuesta en referencia, prácticamente todas las representaciones de los partidos considerados como “chiquitos”, fue de crítica en ciertos aspectos. Entre otros conceptos esgrimidos por Movimiento Ciudadano (PMC), Partido del Trabajo (PT), Verde Ecologista (PVEM), Nueva Alianza (PNA), por citar algunos, fue que “se trató de una reforma a modo de los tres grandes partidos, “una partidocracia”.
Mucho se reclamó que no se incluyeran exigencias ciudadanas como la revocación del mandato o la segunda vuelta cuando los resultados son muy cerrados, qué decir de la reelección de diputados plurinominales, se estimó un error debido a que no son representantes directos, porque se trata de una figura asignada directamente por los partidos.
El dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Jorge Schiaffino Isunza, dijo incluso que “esta reforma es un grave retroceso, por lo menos nos estamos regresando unos 30 años hacia atrás, resulta que ahora con el Instituto Nacional Electoral (INE), desde el centro, se va a decidir todo; los estados, ni los electores podrán intervenir en una elección o en sus resultados y eso se antoja bastante preocupante”. No obstante, admitió que se trata de una reforma ya decidida y el tricolor se suma a la propuesta estatal.
Pero igualmente nos pareció razonable la posición de algunas voces más de los concurrentes al evento, uno de ellos recordó que eso de la reelección no era cosa nueva en nuestro país, salvo por mínimas diferencias, porque hay personajes que toda su vida se la han pasado del Senado al Congreso de la Unión, suben y bajan, ¿algún ejemplo?: Manlio Fabio Beltrones.
En efecto, el documento, como lo decíamos, tiene algunas novedades visibles, pero de ninguna manera está pensado en fortalecer la vida democrática en función de los electores, en ese terreno sigue habiendo grandes lagunas, más aún con la centralización en la calificación de los procesos, los órganos locales no tienen participación relevante.
El secretario de Gobierno, Jorge Messeguer Guillén, de plano consideró innecesario entrar a debate respecto a la propuesta de reforma ante los medios de información, porque reconoció que sólo se trata de una homologación con la propuesta federal, no existe gran cosa que discutir.
Pero la representación de la “chiquillada” consideró incluso necesario interponer impugnaciones en torno al origen de los cambios, insistieron en que “es atole con el dedo”, no cambia nada, se omiten temas de fondo y se privilegia la decisión cupular. Pero lo que sí se viene consolidando, es la obligación de que los partidos cedan el 50 por ciento de las candidaturas a las mujeres, por aquello de la igualdad de género.
Claro, diría Schiaffino, ello no puede garantizar que ellas lleguen con ese porcentaje a ocupar alcaldías o diputaciones, se las tendrán que ganar en las urnas, pero ciertamente es un avance, consideraría.
Y si cuestionaríamos eso de reelegir a plurinominales, porque incluso su representación es dudosa, no llegan por decisión de voto mayoritario, sino por prebendas de partido, “¿con qué derecho tienen posibilidades de repetir?”. Pero algo nuevo en esto es que, de acuerdo a lo dicho por Correa, la nueva ley ya no restringe a los partidos en cuanto a su derecho a pluris. Ya ve usted que con la norma actual si un partido ganaba, la mayoría de diputaciones en las urnas ya no tenía derecho a ninguna de representación proporcional, ahora sí, eso le pasó al PRI en el 2009, ganó las 15 y se quedó con ese número.
Radiografia del Poder
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Los “chiquitos” se inconforman
Acuerdo en reforma político-electoral
Vía la Secretaría de Gobierno (Segob) del estado, ayer fue presentada a los dirigentes de los ocho partidos políticos con registro en el estado, la propuesta de reforma político-electoral, cuyo contenido fue largamente consensuado entre las propias fuerzas partidistas para poder llegar a definiciones concretas.
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