En una ciudad decidida por el capitalismo, el crecimiento descontrolado, la mala planeación, la corrupción, es difícil creer que la vivienda es un hecho importante en la construcción democrática de la ciudad.
La casa fue la primera arquitectura que el hombre creo, es el espacio íntimo y la construcción de nuestra identidad.
La vivienda social colectiva en Morelos ha sido el tema incomodo de los gobiernos. por un lado, se ha dejado a la deriva y por el otro es un tema que no se toca para la construcción de nueva.
Históricamente se ha identificado a la vivienda colectiva como conjuntos precarios y aislados de la sociedad. La noción de construcción hace más sentido a la precariedad que al desarrollo individual y social de las familias que lo habitan.
En nuestro país, los proyectos habitacionales toman importancia en la toma de decisiones que, a su vez, repercuten en la forma de vida de las personas.
Pese a que es la tipología con mayores ensayos en el territorio, es la que más complicaciones y afectaciones tiene. El proyecto de vivienda centra su complejidad en los efectos que este tiene sobre la ciudad y no se resume a solo resolver la vida de las personas en un determinado espacio (Canales, 2017).
¿Por qué, si la vivienda social se creó a partir de los ideales sociales de dignificar y mejorar la vida de las personas, es todo lo contrario?
¿Qué hace que una vivienda sea más habitable y accesible?
¿Por qué es importante entender la forma de vida de las personas dentro y fuera de la vivienda colectiva, especialmente en Morelos?
Estas son las preguntas que necesitamos expresar para transformar las formas de vida de la vivienda de nuestro estado y son, de hecho, el cuestionamiento que siempre se ha dispuesto en la arquitectura y que muy pocas veces se ha sabido responder.
En respuesta, hay que entender el origen de las primeras políticas públicas habitacionales del estado, desde una perspectiva socio-cultural que identifique los principales problemas en los procesos creativos de la construcción de proyectos relacionados a la vivienda social.
Esta refutación genera claridad para la correcta transformación de la vivienda colectiva de Morelos y no solo de la morada sino a su contexto inmediato y, por ende, la calidad de vida. Para la transformación radical de la vivienda colectiva existente se necesita, “urgentemente”, la re-densificación que contrarreste los problemas del déficit habitacional que tiene el estado.
La vida cotidiana de cualquier morelense es bien definida por sus contrastes sociales, geográficos y culturales. Por tal motivo el estudio de nuestra gente desde su contexto personal -como sus gustos, creencias, actitudes, normas sociales, factores económicos, trabajos, etc.- son esenciales para intervenir propuestas arquitectónicas exitosas.
Inferir en la vida social de los morelenses, residentes de la vivienda colectiva destapa la oportunidad de crear propuestas arquitectónicas para que, a partir de los momentos cotidianos, se plasmen espacios habitables que tengan la oportunidad de transformar en su totalidad a los conjuntos habitacionales.
En el imaginario, se sintetiza una guía constructiva capaz de transformar y redensificar la vivienda colectiva de Morelos a partir del entendimiento urbano y socio-cultural de nuestro pueblo, con el claro objetivo de erradicar la pobreza y la precariedad que actualmente se vive.