En el artículo anterior tocamos el tema de la “arquitectura pop”, conocimos sus inicios, influencias y el final de una era. Hoy toca el turno de la “arquitectura brutalista” otro de los grandes movimientos arquitectónicos del siglo XX.

Como mencione, la arquitectura brutalista es el movimiento arquitectónico del siglo XX mas importante. Su mayor influencia se dio en Europa, pero el nacimiento del brutalismo lo encontramos en los países comunistas del mismo continente. El auge se dio en la década de los sesentas y setentas.

Surgió como una necesidad de edificios populares, su arquitectura se atribuye a la urgente necesidad de reconstrucción de las ciudades destruidas por la segunda guerra mundial. Esta nueva arquitectura necesitaba ser resistente, económica y de rápida construcción, entrando en una etapa de producción más que de construcción. El material que cumplía esa necesidad era el concreto en su más pura naturaleza, es decir aparente, sin ningún acabado extra que le restara pureza, que fuera en bruto, de ahí su nombre. Aunque también se acredita a la superación del racionalismo y el movimiento moderno. Otros intelectuales señalan que el término nació en 1954 en Inglaterra y se deriva del Béton Brut de Le Corbusier, que caracteriza a la Unité d’Habitation de Marsella.

La arquitectura brutalista deriva del movimiento moderno de aquella época. Se caracteriza por ser una arquitectura que hace uso masivo del concreto, su volumetría resalta la estructura como elemento estético en conjunto con las distintas formas plásticas trabajadas y conformadas en detalle. Las principales formas son robustas y acentuadas, con diseños que logran en su espacialidad una especie de conexión entre interior y exterior. Esta última estrategia es la que mejor la posicionó en la ciudad, logrando vínculos sociales muy sólidos.

El primer edificio del brutalismo puede considerarse la escuela de Hunstanton, construida en 1954, donde los Smithson dejaron a la vista intencionalmente las instalaciones técnicas del edificio.

 La mayoría de los proyectos se destinaron a una arquitectura social e institucional, por eso encontramos edificios muy colosales e imponentes, ya que en su mayoría debían demostrar la solidez de un gobierno.

Por muchos años, la arquitectura brutalista fue tachada de perturbación visual en el perfil urbano, sin embargo, la magnificencia de su arquitectura no era comprendida por la mayoría de las personas. Por otro lado, comunidades de artistas entendieron que su arquitectura redefinía la estética del espacio de una manera única.

Su final llego con el movimiento moderno, se puede decir que en los años 80’s, pero su influencia arquitectónica sigue siendo un referente de estudio de nuestros días.