El maltrato y crueldad animal parece no tener límites.
Decenas de perros fueron envenenados en el municipio de Huamantla, Tlaxcala, y los señalamientos sobre la responsabilidad de esta masacre se centran en el ayuntamiento presidido por Salvador Santos Cedillo, militante del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
El hecho ha motivado una petición en la plataforma Change, en la cual se exige a la comuna que realice pesquisas y se castigue a los responsables.
El hecho conmocionó a la ciudadanía y provocó la ira de organizaciones defensoras de animales.
Primero fue en Veracruz donde el pasado fin de semana varios fueron envenenados en la Unidad Habitacional Xalapa 2000.
De acuerdo con las investigaciones, la jefa de manzana enviado un oficio a la autoridad municipal para sacrificar a los gatitos de esa unidad, al parecer ella misma señaló que estaba tramitando una redada para levantar y sacrificar a los animales, supuestamente con personal del ayuntamiento de Xalapa.
Por otro lado, al menos 20 perros en situación de calle también murieron por envenenamiento en la zona centro del municipio de Huamantla, Tlaxcala.
El pasado 31 de enero, la ciudad de Huamantla despertó con cadáveres de perros callejeros muertos por envenenamiento, mismos que fueron retirados a primera hora de la mañana.
Este envenenamiento se ha presentado desde hace dos semanas en el centro de la ciudad.
Según los vecinos, trabajadores del área de Servicios Municipales del Ayuntamiento levantan a los animales y “prácticamente los desaparecen”.