El español tuvo una tarde espectacular en la Plaza Monumental de Morelos, en la corrida de rejones, y con una gran faena cortó una oreja; su hijo Guillermo cortó dos orejas y un rabo; ambos compartieron la tarde con el tlaxcalteca Luis Pimentel.
Una gran tarde de toros se vivió en la Plaza Monumental de Morelos, en Rancho Agua Salada, en Alpuyeca. En este coso morelense se presentaron los rejoneadores Pablo Hermoso de Mendoza, Luis Pimentel y Guillermo Hermoso de Mendoza (rejoneador novillero). Lidiaron toros de Zacatepec, con buena presencia y peso de acuerdo a su edad, pero con juego desigual.
Destacó en su comportamiento el primer toro de la tarde, Patatero, con un peso de 530 kilos, que correspondió al rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, quien realizó una gran faena, tanto en los medios como en tablas, y toreando
tanto al estribo como a la grupa.
Estuvo muy acertado con los rejones de castigo y las banderillas, matando al final de su lidia con un rejón de muerte entero, haciendo que el toro rodara sin puntilla. El público vitoreó a Pablo Hermoso de Mendoza y le fue concedida una oreja bien merecida.
Con el segundo toro de su lote, Pablo estuvo muy acertado y fue ovacionado por el público asistente.
El rejoneador tlaxcalteca Luis Pimentel bregó contra la suerte, ya que le tocó el lote menos potable. En su primer toro, Cagancho (525 kilos.), que era muy quedado y tardó para embestir, escuchó un aviso y descabelló después de dos rejones de muerte malogrados. Con el segundo de su lote tampoco pudo hacer gran cosa, y además el toro lo derribó propinándole una paliza de órdago, misma de la cual aún debe estar doliéndose. Tuvo una laceración de cuero cabelludo sin consecuencias mayores. Fue abucheado en sus dos toros.
Guillermo Hermoso de Mendoza en su primer novillo estuvo muy bien y realizó una faena muy aseada y recibió grandes ovaciones, aunque dejó constancia de su poca madurez taurina.
Fue premiado con dos orejas y rabo. Con su segundo toro, dejó correr a sus caballos, puso muy bien los rejones de castigo, así como las banderillas y las banderillas cortas. Fue ovacionado después de matar al segundo intento.
Al final del festejo, Pablo Hermoso de Mendoza y su hijo Guillermo salieron a hombros.
Cabe destacar que estuvieron presentes, como invitados al festejo, los rejoneadores Andrés Rozo, de Colombia y a quien los enterados del tema llamamos el mejor rejoneador mexicano, Emiliano Gamero.
(Con información de Javier Gómez Trejo).