Hay un punto clave que no entró en su entrevista ni la hemos visto en reacciones: los gobiernos son evaluados, en el caso de gobernador, en la elección intermedia. Él, en 1997 fue reprobado por los morelenses y fuerte. Si recurrimos a las cifras, perdió casi todo incluida Cuernavaca. Meses después --ni siquiera un año--, fue obligado a dimitir, y no por su voluntad, ni operando con tersura para no generarle mayores problemas a la entidad. No, agotó las condiciones que lo sostuvieran. Ahora, con su declaración, expone a un Graco que desde su posición tenía más fuerza, mejores relaciones y poder que el entonces gobernador. A Graco lo recibían desde su paisano Carlos Salomón Cámara, director de la Lotería Nacional; como el secretario de Gobernación, Francisco Labastida; el secretario particular del presidente, el poderoso Liébano Sáenz, y el mismísimo presidente Ernesto Zedillo. El Señor del Picaporte Presidencial militaba en el PRD. El dibujo de Graco elaborado por Carrillo es el de un auténtico cortesano bien pagado infiltrado desde siempre en la oposición.

Bueno, esto muestra además una cosa que siempre hemos sostenido en este espacio: Graco funciona mejor en el manejo de las relaciones públicas cupulares y la crítica a quienes encabecen el sistema, que en el discurso y la presencia en mítines políticos. Como que no cuadra. Graco era y fue a la caída de Carrillo, el que lo encaró, boxeó, manejó con su jab de izquierda, le clavó varios ganchos al hígado y luego lo tumbó para la cuenta de 10. A él le alzaron la mano en señal de victoria, aunque una multitud milenaria blanqueara calles y Plaza de Armas. El Graco de hoy es otro, el senador, el gestor social de dinero millonario del erario federal, incluso puede calificársele como el mejor legislador actual de Morelos en ambas cámaras. Así como abre puertas con la fama de duro opositor, desconocemos cuánto lo ha minado no tener como fuente de inspiración para sus embates al presidente Calderón o el gobernador Adame.

La poca o mucha credibilidad que la sociedad daba a Graco era en base a cuantos trancazos propinara a los poderosos. Hoy, su condición es más como un poderoso; se terminó el crítico atinado, frío, burlón y consistente. La factura que le cobra Carrillo puede tener efecto multiplicador.

Un pasaje importante es cuando se acuerda la salida de JCO y la propuesta es el priista mejor posicionado del momento, Juan Salgado Brito. Eso se da en los primeros días de mayo de 1998, por el Día de las Madres. Lo vivimos de cerca hasta el 18 de mayo que entra el gobernador sustituto, que no fue Juan Salgado pero tampoco lo opera Jorge Carrillo Olea. Eso, porque nos consta, lo compartimos con ustedes, queridos lectores, en el espacio de mañana. En tanto, damos paso a los primeros correos que recibimos en relación a este tema.

De Javier Hernández Ruiz

Valdría la pena saber de qué vivía antes de ser senador “El Chico Ché” Graco. ¿Le conoce alguien alguna actividad empresarial o alguna oficina en donde trabajaba? Díganmelo para vivir como faraón así como él lo ha hecho siempre.

Quítense dudas, dicen que es un auténtico mercenario.

De Gabriel Becerra Chávez de Hita

Mi querido Javier:

Leí como siempre tu columna de éste día en La Unión. Desde luego que lo que sostienes tiene mucho peso y a mí también me gustaría ver si el senador del PRD por Morelos tiene los arrestos para decir "su verdad" o como acostumbra últimamente se va a quedar callado.

Por razones de la circunstancias a mí me tocó vivir mucho de lo que el señor Carrillo Olea dice en su entrevista y hay algunas cosas que creo está mal informado. En muchas otras más está en lo correcto.

El movimiento ciudadano de 1997-1998 tiene que dejar huella en la gente, valdría la pena que se pudiera convocar a un foro público en donde todos y cada uno de los que ahí fuimos parte diéramos nuestra versión de los hechos, seguramente como atinadamente lo dices en tu colaboración de éste día saldrán cosas muy interesantes. Yo me comprometo a hacer público mucho de lo que viví y tuve la oportunidad de cerciorarme de ello. Cosas muy graves y serias.

De que atrás del senador estaba Liebano Sáenz, Carlos Salomón Cámara entre otros, no tengas la menor duda, Fluyeron muchos recursos materiales y económicos desde la Lotería Nacional.

Saludos de tú amigo:

Gerardo Becerra Chávez de Hita.