Cuando se trata de hijos, no hay padre que no esté dispuesto a darlo todo por sus pequeños, sin embargo, los expertos en psicología advierten algunos riesgos sobre decir sí a todo lo que los niños piden.
Y es que este tipo de comportamientos pueden dar pie a otras situaciones.
Seguramente te ha ocurrido que en más de una ocasión tu pequeño te pide que le compres un juguete o algo muy específico, al negarte su reacción inmediata es la de hacer un berrinche de proporciones épicas; para detener la escena tu única opción es la de ceder a su petición.
Sin embargo, los psicólogos indican que cuando a los hijos se les dice sí a todo pueden presentar rasgos narcisistas, ególatras y presentar algunos comportamientos a futuro que pueden ser considerados como “tóxicos” o “groseros”.
Si quieres evitarte esta situación, es fundamental que comiences a regular ciertos comportamientos que los pequeños desarrollan debido a la manera en que son educados desde pequeños.
Conoce también la perspectiva de los expertos y cómo es que puedes trabajar algunas de las emociones con características negativas, pero esta vez usándolas a tu favor para que no tengas qué ceder ante las peticiones de los menores.
Pequeños emperadores, el resultado de ceder en todo ante tus hijos
Cuando a un menor se le dice sí a todo, este pierde la oportunidad de conocer la frustración, una emoción que más adelante le ayudará a regular algunas de las situaciones que le toque experimentar en la vida. ¿Sacó malas calificaciones? ¿No lo escogieron en el equipo de futbol o en el grupo de danza? ¿No le dieron el ascenso esperado?
Aunque no lo creas, estos pequeños gestos de ceder a todas las peticiones de los menores puede provocar que los padre se conviertan en esclavos de los hijos; incluso cuando son adultos, principalmente porque se vuelven los principales proveedores de necesidades o caprichos de esos niños.
El concepto de “Niño Emperador” viene de un postulado psicológico que apunta que los pequeños piensan que sus padres tienen la obligación de “ganárselo“; se ha dado cuenta que sus padres están sumidos a a su voluntad y por tanto tiene el dominio sobre ellos.
Cuando a un hijo se le dice sí a todo este se vuelve superficial, intolerante, materialista e incluso desconocerá la importancia de esforzarse por lo que quiere en la vida. Los psicólogos infantiles sugieren buscar medidas de contención y de regulación como hablar más con los hijos, explicarles por qué no está bien que monte escenas cuando se le dice que no y sobre todo, ser determinantes al momento de decir “no”.